Solo
los mas ancianos recordaban ya los primeros torneos, aquellos
festines macabros donde el mago levanto su mano contra el mago,
y donde solo los mas habiles habian conseguido La Ultima Pluma
del Cuervo, simbolo ultimo de los favores del Gran Dragon Sin
Nombre sobre los hechiceros mas poderosos.
Habian sido dias de gloria, para las huestes del Dragon, y para
los cuervos que habian entrado a formar parte de su cohorte,
y recogiendose sobre sus laureles, estos seres nefastos habian
descansado.
Sin embargo, como algun patriarca habia anunciado, en algun
lugar de Mul-Sabbut, humanos, elfos y enanos habian recordado
su pasado, combatiendo a sus subyugadores, y La Luz parecia
estar de su lado. El Gran Dragon Sin Nombre salio de su letargo,
bramando para si mismo palabras oscuras. El Cuervo desperto,
y tanto sus antiguos como sus nuevos seguidores salieron de
sus torres para servirlo.
Los Jerarcas habian hecho un nuevo llamado, y la magia debia
servir nuevamente a los caminos de la muerte.
El Cuervo reflexiono : "Al inexorable designio de destruccion
escaparan solo aquellos que entiendan mi arte. Solo aquellos
escaparan y viviran en espiral eterna de muerte y resurreccion.".
Luego, desplego sus alas, y se perdio en el horizonte.