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El
Torneo Trunco Intermedio entre el 2°y 3°
torneo.
Cuando el nuevo torneo fue convocado, después
de los días gloriosos de la recarga archi-giga-super-mega-death
de magia, los clanes se alzaron nuevamente para la batalla,
y esta vez el más numeroso y organizado de todos
era el Pentagrama. Desde el comienzo, las fuerzas de
50 magos comandadas por Cyrus, Thanatos, Richelieu y
Necros aniquilaron al aturdido Istandir. Acto seguido
erradicaron de Mul-Sabbut al clan de los Herederos del
Cuervo por entero. Acto seguido destruyeron uno por
uno a los magos de la BPC, azotaron a Aldur, y planeaban
el aniquilamiento de los Jinetes y la Guild. Todos sus
hechizos funcionaban, y la victoria total del Pentagrama
se olía desde el principio del torneo. Sorpresivamente
el Jerarca Sergio confinó a todos los magos en
una prisión límbica para ver como ser
retorcían sin lanzarse hechizos mutuamente. Luego,
por el lapso de 100 años (unos cuantos meses
terrestres) el Cuervo dejó de surtir efecto por
segunda ocasión.
El
Tercer Torneo Los Clanes Masivos y los Zombies
Cuando el Cuervo volvió a la normalidad (esta
vez estratégicamente seccionado en cuatro esferas:
Muerte, Oscuridad, Desesperación y Miedo) se
convocó al tercer torneo, muchos clanes tuvieron
en cuenta la potencial pesadilla que había pasado
en el anterior torneo no concluído. La enorme
fuerza del Pentagrama dio origen a alianzas y pactos
de los más inimaginados. Los anteriores archirrivales,
Jinetes y Guild, unieron sus fuerzas en un clan fusionado
conocido como el Concilio de Hierro, conformado con
18 magos divididos en 3 células de ataque. No
fue el único caso. Aldur aprendió del
papel secundario que jugó en los últimos
tiempos, y comenzó poco a poco a reclutar o invitar
magos a su causa. La BPC hizo lo mismo al igual que
los Herederos en menor escala, mientras que el Pentagrama
volvía a la vida con mucho menos magos que antes.
En el Pentagrama había sucedido un cisma, y Thanatos
había dejado el clan con varios de sus allegados
para formar uno nuevo: El Ariete. Fue una sorpresa para
todos la llegada del Ariete junto con 20 magos en sus
filas. Así como luego más sopresivo fue
el anuncio que Feanor había constituído
un nuevo clan, los Erradicadores de Almas que sumaban
una docena de nuevos magos organizados.
Así
fue como comenzó el tercer torneo, más
una sorpresa: el antiguo némesis del Pentagrama,
Azarel, se adhirió a las filas del clan como
un colaborador abierto. Las sorpresas invadían
al Cuervo, así como nuevos magos de origen desconocido,
que convirtieron a la competencia en la que tuvo mayor
número de participantes, casi 300 en su momento
más alto. La primera guerra (y una de las más
violentas) fue la del Ariete contra el Pentagrama, llegando
a Oscuridad, y derrotando al clande Cyrus en pocos días.
El
Concilio de Hierro, asegurando el control de la esfera
de Desesperación, decidió lanzar guerra
abierta contra alguno de los dos clanes que se hallaban
por encima de ellos en el top. Después de un
debate, se descartó a los Erradicadores de Almas
y se optó por declararle la guerra al Ariete.
La guerra comenzó, pero el plan de ataque fue
descoordinado y pronto la célula de la Guild
era la única que había invadido Oscuridad,
la esfera dominada por el Ariete. Los magos de la Guild
combatieron con todas sus fuerzas contra el Ariete,
bajaron a media docena de magos, pero acabaron derrotados
por la extraordinaria coordinación de sus enemigos.
Fabber
fue el primero en caer, después de llevarse la
cabeza del nazi Von Hagen y de Golem, fue lacerado por
ChakaLuangas y golpeado por certeros y numerosos Golems
provenientes de todos los magos del Ariete, siendo bajado
de los primeros lugares a los círculos bajos
de la competencia. Turalyon, Merlín, Ghrendhel
y Paranahue resistieron un tiempo de pie, y cayeron
ante la marea de enemigos. Al caer en otros círculos,
eran recibidos por los magos del Pentagrama quienes
sorpresivamente se habían aliado con el Ariete.
El resto del Concilio buscó soporte en una alianza
con los Erradicadores y Aldur, pero tardó cierto
tiempo hasta que las otras células del Concilio
se lanzaran definitivamente a la guerra. Krauss y Calaz
se lanzaron valientemente al ataque e intentaron vengar
la caída de sus hermanos, pero fue infructuoso.
El Ariete también había sido herido porque
la arremetida desordenada del Concilio sí había
causado bajas, pero pronto cada enemigo que se enfrentaba
a ellos detectaba una mirada perdida y la sensación
de enfrentar a un ser no-natural, carente de una voluntad
propia.
Entre
tanto Aldur se hacía fuerte y lograba llegar
a los primeros puestos gracias a la alianza con los
Erradicadores, el Concilio, la paz con la BPC y los
Herederos, y ataques esporádicos al Ariete. El
Pentagrama, con un ejército de nuevos miembros
denominados los Dioses, se hizo también
de mucho poder, y los silenciosos y desconocidos Erradicadores
se apoderaban de los primeros puestos. Un nuevo clan
se formaba bajo el comando de Malekith, llamándose
la Oscura Alianza. Pronto la Oscura Alianza logró
un pacto de convivencia con el Pentagrama, creciendo
bajo la protección del clan de Cyrus. La BPC
atacaba desordenadamente a sus aliados y enemigos por
igual, muchos miembros se separaban y se volvían
a unir, así que pasaron a un segundo plano dentro
del torneo. Los Herederos se hacían calladamente
de buenas posiciones y el clan del Protectorado del
Equilibrio surgía como una extraña propuesta
de organización que ganó el respeto de
muchos, pero escasas adiciones.
En
medio de la guerra, el escándalo de los hechizos
prohibidos, de los que se sabía algunos casos
en los otros torneos, saltó ante denuncias múltiples
y pruebas irrefutables. Pronto se sabría mucho
de lo que había pasado: la tercera parte del
Concilio, la mitad del Pentagrama y la BPC, y la totalidad
del Ariete y los Erradicadores, estaban poblados de
zombies, magos creados contra todas las leyes de la
existencia y controlados por pocas personas. Esto, así
como sospechas de clonación en los demás
clanes, volvieron la continuación del torneo
en algo imposible para muchos. Fruto de esto el Concilio
se desintegró por el escándalo interno,
los Erradicadores fueron abandonados y muertos, el Ariete
pasó a manos del Pentagrama, y muchos de sus
magos quedaron a la deriva, la BPC hizo mea culpa y
dejó el torneo. Fue una época triste,
muchos magos dejaron la competencia, clanes enteros
no participaron y otros se esfumaron como el Protectorado.
Se produjo una discusión sobre la viabilidad
del torneo, y ante la oposición de muchos, el
Jerarca dio su veredicto final: el torneo continuaría
pero no habría recompensa para el ganador, salvo
el hecho de quedar primero.
Así
el torneo continuó pero sin mucho de su encanto,
con tres clanes que peleaban oficialmente el primer
puesto: el numeroso Aldur (llegaron a tener 30 magos),
la Oscura Alianza y los Herederos. Los restos del Pentagrama
y de la BPC impideron la llegada de Aldur al primer
lugar contra todo pronóstico, y luchando contra
algunos zombies, Angus cubrió con su vida la
llegada de Mortar The Fallen Knight. Los Herederos habían
obtenido su primer laurel, aunque merecían obtenerlo
en mejores circunstancias. Y los que reclamaron recompensas
por estar cerca al primer puesto, recibieron solo azotes
de parte del Jerarca.
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