Historias
del 3er. Torneo
La
llegada de La Guild:
La
noche se acercaba, ya eran varios dias de camino y
por fin podian observar unas torres lejanas. Hacia
el horizonte se alzaban tan imponentes que asombraban
hasta al mas ecuanime... Eran las torres de los Herederos.
Fabber:
Hermanos estamos en territorio de los Herederos, debemos
tener cuidado.
Turalyon:
Sobre todo porque nos hemos deshecho de todas nuestras
alianzas, no sabemos como nos pueden recibir.
Paranahue:
debemos mandar un mensaje antes de llegar a la torre,
avisarles que venimos en son de paz. Que solicitamos
informacion muy importante. Mandare a mi cuervo preferido...
Paranahue
voltea a ver a su cuervo que lo observaba desde su
hombro... "a ver Tequila, lleva este mensaje
a esa torre"... y el cuervo al instante se alza
al aire volando en la direccion indicada. "solo
espero que este no me salga tan despistado como los
otros que he mandado", penso el mago.
Mientras
esperaban la respuesta, los magos descansan y meditan...
en eso.
Ghrendhel:
Cuidado!!! Merlin!
Merlin
alcanza a esquivar un misil magico que solo le quema
una parte de su larga barba.
Todos
se ponen en posicion de alerta, alguien los atacaba,
pero no podian ver quien ni de donde... un golem aparece
y se dirije a Turalyon, pero Ghrendhel alcanza a quemarlo
con una llamarada.
Fabber:
Ya lo vi, esta detras de esos arbustos
Al
verse descubierto el atacante comienza la huida, un
portal comienza a crearse. se dirije hacia él,
pero una lluvia de misiles se interpone en su camino...
entonces lo alcanzan a ver... se trata de Ilusionista...
...Fue
entonces cuando Neikos mandó a uno de sus sirvientes
para señalar el camino a la Guild...
Aquel
cuyo Nombre no debe ser pronunciado, se presentó
ante Fabber el Verdeoscuro, Ghrendhel, Merlin y Paranahue
para llevarle a la Torre Negra donde debía
encontrarse con Neikos. En la travesía por
los Desiertos del Norte, el Poderoso Fabber sentía
como la angustia invadía su corazón
al sentir el Poder que en esos lugares existía.
Grande debe ser la Fuerza de los Herederos -pensaba
Fabber- pocos podrían aguantar en estos parajes.
Sobre
el horizonte se alzaba una silueta terrible, un símbolo
de muerte y de un mundo más allá de
la Tumba...
¿Es
allí hacia donde nos dirigimos? -preguntó
Fabber-
No
-respondió secamente El Oculto- Eso que ves
no es más que un sepulcro de un Gran Señor
de tiempos Ancestrales, ante cuyo nombre el mundo
había temblado una vez...
Era
una enorme tumba de piedra oscura, un mausoleo que
empequeñecía los palacios de los mortales.
El amenazador edificio estaba rodeado por un aura
de maldad. El hedor de la muerte y la desesperación
cubría las torres en forma de cráneo.
En
él descansaba el más grande de los Paladines
del Caos, un dios mortal, que en tiempos, había
puesto de rodillas al mundo. Las siniestras cámaras
estaban repletas de los cráneos de sus víctimas,
el interior de las grandes catacumbas brillaban con
las armas de los que habían caído por
su mano. Sobre las almenas de la tumba ondeaban los
estandartes de aquellos a los que había derrotado.
Bajo
la sombra de la tumba, Fabber divisó a los
guerreros del Norte. Los bárbaros se preparaban
para la guerra, recitando las sagas del Caos y ofreciéndole
presentes al héroe muerto. Pudo ver como rogaban
al Señor de la Guerra caído que regresara
al mundo de los vivos, trayendo consigo la victoria
para sus armas y entregándoles el mundo...
Siguiendo
el camino hacia el Norte, llegaron a una muralla,
alineada con pilares y columnas, arcos de sangre y
huesos tallados, peldaños de bronce, horribles
bocas gritando y Demonios atrapados por el hierro
más negro. Rocas y cráneos se apilaban
en su base. La muralla se extendía incólume
en su horrorosa perfección de horizonte a horizonte.
Mientras Fabber observaba desde su posición,
vio como un gran ejercito de los Perdidos y los Condenados
asaltando la muralla, y la muralla se erizaba de acero
al defenderlo otra gran hueste de Esclavos de la Oscuridad.
Allí los ejércitos del Caos combatían
unos contra otros a las órdenes de sus amos.
Grandes máquinas de guerra chocaban contra
las murallas. Las alas oscuras de una nube de monstruosidades
voladoras bloqueaba los rayos del sol rojo como la
sangre mientras descendían sobre las almenas.
Los
relámpagos estallaban y partían por
la mitad a los guerreros, sin distinguir entre atacantes
y defensores. El horrible fragor de la batalla, el
clamor de la guerra, rugía como el trueno hasta
que el propio cielo tembló. Y pese a todo las
cohortes de los Dioses Oscuros se enfrentaban entre
ellas, muriendo a millares hasta que los muertos superaban
a los vivos.
El
Oculto, señaló a Fabber el camino, que
les separaba de dicha fortaleza y les llevaba más
al Norte.... Yo no puedo seguir acompañándote
dijo dirigiéndose a Fabber- el resto
tendrás que seguir tu solo, pero no temas,
nada te podrá hacer daño mientras estés
bajo la protección de los Herederos.
Acto
seguido, una nube borró su silueta y Fabber
se encontró solo, en un camino estrecho que
avanzaba hacia el horizonte... Tras varios días,
llegó por fin a la Torre Negra, la Torre de
Neikos:
Construido
con pura demencia, se erigía la Torre. La locura
había sido su arquitecto. Sus muros gritaban
con Odio. Sobre sus pináculos estaban posados
Demonios alados, buscando una presa con sus agudos
ojos de halcón. De sus garras goteaba la sangre
de los enemigos, sus cuerpos estaban hinchados por
sus festines de almas.
La
Torre descansaba sobre una roca titánica, esculpida
con la forma de una cabeza cornuda de Demonio, y sus
ojos brillaban como fuegos fatuos. Las torres secundarias
y las murallas se retorcían en ángulos
imposibles, ignorando cualquier orden, y sin embargo
el castillo era simétrico, extraño y
perturbador. (Fabber, iniciado en los Secretos Geométricos,
pudo adivinar como habían conseguido la construcción
negando el 5º Postulado de Euclides). A sus pies
un mar de fuego borboteaba y bramaba enfurecido. Por
encima de él las nubes se rompían como
si fueran de papel, y las formas de un millar de Demonios
llenaban el cielo. La Torre se fragmentaba constantemente
y nuevas construcciones emergían en un ciclo
eterno: un ciclo sin fin.
Salve
Fabber!! resonó una voz desde la Torre-
hacía tiempo que te esperaba. Habla, amigo,
y entra....
Cuando
el Verdeoscuro llegó a la Sala donde Neikos
se encontraba sentado en su trono, distinguió
su silueta recubierta por una Túnica Negra,
túnica que ocultaba su rostro con una gran
capucha, pero que le permitía ver el brillo
de unos ojos... junto a Neikos, se encontraba una
mujer de belleza indescriptible.
Luego,
es cierto pensó Fabber- los Herederos
han encontrado a Leda. Así es interrumpió
la mujer- Angus corrió en mi ayuda tras la
muerte de Krauss.
Fabber:
¿cómo me has leído el pensamiento?
Neikos.
¿Acaso no recordabas que Leda poseía
el Poder que después cedió a su hijo?,
en estos lugares donde la acumulación de Magia
es tan fuerte, tus pensamientos son palabras para
ella.
Leda:
así es Verdeoscuro, pero no temas, hoy has
venido como amigo.
Neikos:
Te explicaré por qué estas aquí,
estás porque sabes algo. Aunque lo que sabes
no lo puedes explicar, pero lo percibes. Ha sido así
durante toda tu vida. No sabes lo que es pero ahí
está, como una astilla clavada en tu mente.
Y te está enloqueciendo. Esa sensación
te ha traído hasta aquí. ¿Sabes
de lo que te estoy hablando?.
Fabber:
de la Profecía?
Leda:
¿Te gustaría saber realmente lo que
es?
Neikos:
estás en peligro. Te he hecho venir para avisarte:
están vigilándote.
Fabber:
¿quién?
Neikos:
Calla y escucha. Se por qué estas aquí,
Verdeoscuro, se lo que estás haciendo, se por
qué apenas duermes, por qué vives solo
en tu Torre Oculta y por qué noche tras noche
te sientas en tu Trono. Le buscas a Él. Lo
se porque yo una vez buscaba lo mismo, y cuando le
encontré me dijo que realmente no le buscaba
a Él. Lo que estaba buscando era una respuesta.
Es la Pregunta lo que nos impulsa Fabber, es la pregunta
lo que te ha traído hasta aquí. Conoces
la pregunta igual que yo.
Fabber:
¿Qué es exactamente la Profecía?
Neikos:
La respuesta la encontrarás por ahí,
te está buscando y te encontrará, ....siempre
que lo desees...
Después
no se supo nada del Verdeoscuro. Los demás
miembros de la Guild Oculta ignoraban su paradero.
En sus pesquisas, Turalyon y Merlín llegaron
al Pórtico que Neikos guardaba. Neikos oraba
al pie de un reciente mausoleo construído para
honrar la memoria de Angus, el mago que se lanzó
como escudo humano para que su hermano Mortar obtuviera
la Última Pluma del Cuervo.
Turalyon
interrogó a Neikos sobre el paradero de Fabber,
y Neikos solo esbozó una sonrisa. Después
de un tenso silencio Neikos soltó una pista.
-
Está donde la búsqueda comienza, en
las fauces mismas de su principio, el lugar más
familiar de la Guild.
-
¿Cómo? - preguntó Merlín
- ¿quieres decir que Fabber está ya
en nuestro Gran Subterráneo? ¡eso es
imposible! son días de camino, ni la teleportación
es efectiva para cruzar ciertas zonas que llevan a
ella.
-
Él ya está allí.
A
pesar del desconcierto, Turalyon y Merlín leyeron
la verdad en las palabras de Neikos.
Fabber
había aparecido en sus aposentos del Gran Subterráneo.
El lugar donde reposaba, estaba rodeado de mapas,
pergaminos, reproducciones a escala de arquitecturas
aparentemente absurdas, estantes con cientos de libros
dedicados al estudio de la Cábala, la alquimia,
la armonía de los opuestos, los tratados supuestamente
demoníacos salvados del fuego de una inquisición
perdida en el alba de los tiempos, y una mesa con
el recuento de los días que llevaba en el Calabozo.
Durmiendo
en su largo diván de piedra volcánica
consagrada, pasaron en desorden chispazos de sus memorias.
De cuando era un niño, cuando superó
las pruebas de iniciación mágica en
la comarca de Viñas en Arcana y se ganó
el título de Fabber el Verde, por el matiz
esmeralda que le daba a todos sus conjuros. De sus
momentos felices en el hogar con su mujer Aliana y
su único hijo, Axen. También recordó
la vez que su habilidad y arte mágico no tenían
par y de su orgullo y arrogancia para demostrarlo
a todo el mundo. La habilidad que atrajo a las tropas
de Mul-Sabbut a las Viñas.
De
la vez en que volvía a Viñas de un largo
viaje por el mundo, encontrando la comarca destruída
y un aldeano agonizante que le informó que
su esposa y su hijo habían sido desintegrados
por las tropas del Inmundo Dragón Sin Nombre.
Se acordó cuando cegado por la ira se abrió
paso sangrientamente a través de Mul-Sabbut,
enfrentando al mismísimo Inmundo Dragón,
quien lo derrotó con suma facilidad. Vinieron
a su memoria los trescientos años de encierro
y tortura en el Calabozo, antes de ser soltado en
las calles de Mul-Sabbut. De cuando adoptó
la túnica verde y negra y lo conocieron como
Fabber el Verdeoscuro, por el luto eterno a su familia.
Se
acordó su juramento de pasar de orgulloso y
evidente a ser discreto y ocultar su verdadero poder.
De cuando con varios magos de ideas similares formaron
la Guild Oculta. De las grandes batallas y los momentos
de gloria, contra San Prumorf, los Jinetes, la sangrienta
batalla en la Torre de la Señora Muerte, la
captura de la Última Pluma del Cuervo, el Concilio,
los zombies, de cuando Neikos y Leda le señalaron
lo que buscaba hace tiempo, desde que se inició
en la magia.
-
¡Por todo lo Hermético!
Se
despertó y se reunió con sus hermanos
Paranahue y Ghrendhel. Luego llegaron Merlín
y Turalyon y otros más.
Ghrendhel,
atónito, exclamó al final apagando todos
sus fuegos fatuos.
-
¡Por todos los Señores del Fuego! ¡Hermanos!
¡Espero que lo dicho acá jamás
llegue a oídos ni siquiera del mismísimo
Inmundo Dragón Sin Nombre!
Paranahue,
al ver el rostro pensativo de todos, invocó
la música de las esferas para danzar en busca
de algo que pocos sabían
La
Muerte de Krauss y el Encuentro con Leda:
"De
repente, Neikos se levantó y se dirigió
a la Ventana del Sur. No!, Todo no está Perdido
-masculló entre dientes-. Aún queda
uno... Debemos encontrar a Leda, su Madre, antes de
que Ellos lo hagan. Seguramente, Krauss no la dañará,
y ella necestitará nuestra ayuda al igual que
nosotros necesitaremos la suya. ¿Cómo
es eso? -interrumpió Saruman- ¿qué
quieres decir?. Bueno, -contestó Neikos- Karakael
nos dijo que Krauss tuvo un hijo, y que Leda, era
la unica que conocía su existencia. Fhendras
es aquel del que nos habló Hamar, en este momento,
nuestra maxima prioridad es encontrar a Leda para
poder dar con el hijo de Krauss.
Nada
más concluir esas palabras, el rostro de Angus
se elevó, mientras empezó a recordar
un sueño que tuvo hace algun tiempo: en él,
se veia como una poderosa tormenta con vientos huracanados
arrasó con el Reino de los Altos Elfos de Lumidir
acabando con todo signo de vida, exceptuando a una
mujer élfica de tez oscura. La madre de Krauss.
Angus:
Se donde encontrar a Leda, debemos ponernos inmediatamente
en marcha."
Saruman
y Neikos se quedaron callados, pensativos, finalmente
Saruman me miró.
Saruman:
No, los Herederos no podemos partir, debemos proteger
nuestro territorio, y el viaje seria demasiado duro
para unos hechiceros como nosotros.
Angus:
Pero no podemos dejarla alli!!
Neikos:
Podriamos dividirnos, con la mitad de Herederos podriamos
subsistir aqui... aunque hay muchos riesgos...
Angus:
tengo una idea mejor, yo ire en busca de Leda, puedo
resistir viajes muy largos, se exactamente el lugar
y gracias a mi arco puedo defenderme solo. Ademas
asi podria llegar en mucho menos tiempo y cada segundo
es importante.
N:
Es una locura!! y si te atacasen los Altos elfos??
y como haras guardia tu solo cada noche??
A:
Ya no queda un solo Alto elfo con vida, y no te precupes
por las noches... dormire tranquilo sabiendo que las
sombras velaran por mi.
Al
tiempo que decia esto, apretaba contra mi pecho el
poderoso emblema que habia adquirido hace poco.
Neikos
ya no sabia que decir, sabia que yo tenia razon, pero
aun asi no conseguia digerir la idea de dejarme marchar
solo.
Saruman,
que habia escuchado la conversacion atentamente, dio
su aprobacion.
Mire
por ultima vez en mucho tiempo a mis hermanos, y parti
inmediatamente.
Durante
todo el viaje solo me encontre con animales salvajes,
sin embargo fue un camino muy duro, por la rapidez
del paso que me habia impuesto, sabiendo que no podia
perder ni un minuto. No lo hubiera soportado de no
ser por lo tranquilo que descansaba por las noches.
Soñando profundamente, y en ocasiones, cuando
despertaba, me encontraba con algun lobo muerto a
pocos metros. Por asfixia, al parecer.
Asi,
en el tiempo record de 3 dias y 3 noches, consegui
llegar al lejano lugar.
Era
una vision espantosa, no habia ninguna clase de vida,
ni vegetacion, ni animales...
Kilometros de suelo inerte se extendian en el horizonte,
todo habia sido arrasado.
Me
habia quedado paralizado, contemplando tal paisaje,
cuando una mano me toco el hombro. Me volvi sobresaltado,
para encontrar una elfa de mirada serena.
La
reconoci de mis sueños, era Leda.
Leda:
-No se asuste. Disculpe mi insolencia Señor...
Angus:
-Tranquila. Sé todo lo que pasó aquí,
y se todo sobre tu hijo, Krauss.
El
rostro de la mujer se cubrió de lágrimas
al oir el nombre de su hijo y cayó sobre sus
rodillas.
La
pena invadía ahora su corazón.
Angus:
-Siento en lo profundo la muerte de Krauss, pero de
seguro se marchó feliz al saber que Tú
serías libre.
Leda:
-Krauss, hijo mío... no era necesario que diera
su vida por mí.
Angus:
-Para Él, Tú y su Hijo eran sus tesoros
más valiosos, y por ellos dio su vida. Difícil
fue para nosotros disuadirlo de cumplir su venganza
y por más que lo intentamos.
El
rostro de Leda se iluminó en ese entonces.
Angus:
-Si tan solo nos hubiera escuchado. Le ofrecimos nuestro
apoyo para acabar con los Elfos de Lumidir, pero no...
mago orgulloso. Siempre pensando en los suyos y se
olvidó de si mismo.
Leda:
-Usted Señor, es un Cuervo verdad?
Angus:
-Así es. Y ofrezco mis servicios a la Madre
de mi amigo. Los Herederos te abrimos las puertas
de nuestras torres para que residas allí. Es
lo mínimo que podemos hacer por Tí.
Leda:
-De seguro debes ser un buen amigo de Krauss, ya que
a El no le agradaba mucho la gente. Entonces puedo
confiar en Tí. Hay algo de mucha importancia
que debo contarles, pero no en estas desoladas tierras
muertas.
Angus:
-Muy bien, emprendamos el viaje hacia las Torres de
los Herederos, en el viaje podremos hablar de ciertas
cosas que me intrigan, cómo por ejemplo de
ciertos sueños que he tenido.
Leda:
-Sueños? Qué tipo de sueños?
He sido Sacerdotiza del Reino de Nagaroth y puedo
ampliar las visiones y los sueños de la gente.
Angus:
-Pues bien, mi último sueño comenzó
de la siguiente manera, y en alguna forma el hijo
de Krauss estaba involucrado...
Malekith:
Las
noticias que me llegaban del Reino de Lumidir eran
tristes, tristes no por la muerte de miles de orgullosos
Altos Esfos, si no por la desaparición de Krauss.
Estaba
claro que cuando desembarcásemos en aquellas
tierras no encontrariamos más que desolación
a nuestro paso.
Aun
asi ordené navegar más rapido. El Arca
Negra llegaría de inmediato a esas tierras.
Mis exploradores me habian comunicado que no todos
habian muerto. Una mujer permanecia en aquellas tierras.
Seguramente sería Leda.
Si
era así debiamos darnos prisa ya que los Altos
Elfos de las tierras más proximas ya debian
haber partido hacia Lumidir.
Estábamos
desembarcando cuando me llegaron las ultimas noticias,
Leda se había encontrado con alguien. Mis exploradores
expertos en camuflarse habían comprobado que
se trataba de Angus. Era un alivio saber que Leda
ya estaba protegida. Pero algo me preocupaba, un ejercito
de Altos Elfos se aproximaba a la zona.
Decidimos
salirle al encuentro, eso garantizaba que Angus y
Leda no tendrian ningun desafortunado encuentro en
su regreso. En cuanto al ejercito de los Altos Elfos,
no podrian hacer frente a un ejercito bajo mi mando.
Sería un buen entrenamiento.
De
todas formas decidí asegurarme que Angus y
Leda llegarían a casa sin contratiempos. Ordené
a la Guardia Negra de Nagaroth, mi guardia personal,
que siguiese sus pasos. Dos de mis mejores exploradores
los seguian de cerca y en caso de problemas, La Guardia
Negra caería sin dilacion sobre quien osase
hacer frente a Angus y Leda.
Puesto
que no habíamos llegado a tiempo de salvar
a Krauss, protegeriamos como fuese a Leda.
Fin
del Torneo, Mortar alcanza la Última Pluma
de El Cuervo dando la Victoria a los Herederos, mas
Angus da su vida por Él:
Angus:
La
gran noche habia llegado.
Esta
noche castigariamos a nuestros enemigos hasta desfallecer,
esta noche la verdad sera descubierta y se sabra lo
que nadie supo predecir. Esta noche el cielo y la
tierra temblaran bajo el poder de nuestros hechizos,
y algunos magos nos sacrificaremos por nuestros hermanos.
Esta noche alguien se alzara orgulloso con la ultima
pluma del cuervo.
Estaba
esperando a Mortar al pie de mi torre. Era el momento,
Mortar y yo habiamos planeado salir juntos de caza.
Para apoyarnos mutuamente. El poder fluia por mis
venas, lo sentia, y casi no podia reprimirlo. Cuando
en ese momento llego Mortar. Se teletransporto directamente
ante mi. La acumulacion de poder que senti fue inmensa,
no mas que la terrible apariencia que este traia.
A
pesar de estar en lo profundo de la noche veiamos
con claridad, pues el cuerpo de Mortar despedia luz
como si de una estrella se tratase. Tenia los ojos
rojos, a punto de estallar, y el cuerpo agarrotado.
Casi me llego a dar miedo. Sin perder mas tiempo invocamos
al conjuro que tan bien sabiamos ambos y comenzamos
a viajar en el espacio-tiempo a otros mundos. Era
la hora de la diversion.
Caimos
justo en medio de un grupo enemigo, Mortar revento
en energia y los enemigos empezaron a caer instantaneamente,
sin tener tiempo a decir palabra, a algunos les reventaba
la cabeza, otros eran despedazados... finalmente el
territorio entero habia sido arrasado. Yo guardaba
mi energia, según lo planeado, y disfrutaba
del espectaculo.
Entonces
Mortar se fue tranquilizando, sus reservas casi ilimitadas
se veian ahora mas comunes, pero este habia llegado
a la cima del poder, y ahora se habia convertido casi
en un Semi-Dios, aunque de apariencia fuese el mismo
de siempre. Vi unos cuantos enemigos que Mortar no
habia conseguido eliminar totalmente, y que seguramente
tomarian represalias contra el, pero yo mismo me encargue
de ellos, dejandolos en un estado en el que no podrian
enfrentarle. Y quedando satisfecho de saber que habia
cumplido con mi parte.
Mi
hermano, rebosante ahora de poder, pero sin energias,
salio de su estado fisico, alzandose en el cielo,
hacia la ultima pluma, mientras yo lo miraba, entusiasmado.
Luego
nada se supo de el, y quede solo en el territorio
enemigo, exhausto, viendo como grandes magos y maleficas
criaturas se incorporaban del suelo mirandome, ansiando
mi sangre, y sabiendo que iva a ser lo ultimo que
veria.
Vuela
hermano, vuela alto, consigue la ultima pluma del
cuervo y que la maldicion del cuervo caiga sobre tus
enemigos
Mortar:
Cuando
liberé toda mi energía ya no estaba
al alcance de la mayoría de mis enemigos y
ascendí hacia la morada del jerarca dejando
atrás a Angus. De los dos siempre era él
el que iba por delante y yo el que andaba detrás
siguiéndolo como podía, así que
pensé que podría cuidarse solo allá
abajo y de hecho así lo habíamos planeado.
Una vez alcance los cielos, se alzó ante mi
una fortaleza, al parecer inexpugnable, cuyas puertas
se abrieron ante mí. Seguí un largo
y oscuro pasillo durante no sé cuanto tiempo
y llegue a una sala inmensa, adornada con tapices
e insignias. No se como lo hice porque no sabía
el camino. Nunca había estado allí pero
era como si una fuerza me guiase. Allí en la
sala, en un trono de oro y diamantes, estaba sentada
una alta figura. De largo pelo blanco y muchas arrugas
en la cara, pero sus ojos brillaban como los de un
joven y fuerte muchacho. En la mano tenía una
pluma: La Última Pluma del Cuervo.
JS:
Acércate -me llamó. Me arrodillé
ante Él.- Tu y los tuyos habéis luchado
fieramente y os merecéis esta gloriosa victoria.
Te hago entrega de La Última Pluma del Cuervo
por ser el vencedor, así como del objeto mágico
que tu elijas.
M:
Escogeré esa armadura que parece ser muy poderosa,
si vuestra Majestad me lo permite.
JS:
Así sea. Parte ahora y prepárate. Nuevos
enemigos te aguardan allá abajo en la tierra.
Más vale que tengas cuidado y pongas a buen
recaudo tu trofeo.
M:
Gracias, Majestad.
Y
con una reverencia salí de la sala. Poco tiempo
después regresé al lugar donde había
tenido lugar la gran batalla. No había ni rastro
ni de Angus ni de nadie. Abrí una puerta dimensional
y me trasladé a la esfera de donde provenía.
Allí encontré a mis hermanos Herederos,
que corrieron hacia mi al verme aparecer. De pronto
vi en sus caras una sombra de tristeza entre la alegría
de la victoria. Un mal presentimiento se apoderó
de mi corazón.
M:
¿Dónde está Angus?
Neikos:
Mortar, Angus murió en la batalla... Se que
era un gran amigo tuyo. Todos lo sentimos.
Saruman: Cuando ascendiste al castillo del Jerarca,
numerosos enemigos salieron de las sombras y pronto
lo rodearon en gran superioridad numerica,. Mató
a muchos pero no pudo con todos. Murió cubriéndote
las espaldas.
Yo
estaba destrozado. Me atormentaba la idea de que le
había dejado solo y que por eso había
muerto.
Mientras
volvíamos a casa Karakael se puso a mi lado.
K:
No te tortures tanto. Él dio su vida por la
gloria de todos nosotros y por la victoria del clan.
Que mejor forma de morir que esa. Si hubieses estado
allí probablemente tu también estarías
muerto.
M:
Tienes razón, pero aun así es un golpe
duro de encajar...
Y
así, entre la alegría y la tristeza
regresamos a nuestros dominios donde comenzamos los
preparativos para la próxima guerra, una guerra
en la que sabíamos que también íbamos
a tener mucho que decir.
Azarel:
Y
el cuerpo de un valiente elfo yacia sobre el verde
pasto de estos espesos bosques.
Ya
nadie pasaba por aqui.
Tan
solo algunos pajaros se posaban cerca para alimentarse
de las raciones secas que caian del roto morral. Un
conejo timido asomo su cabeza entre los matorrales,
con la esperanza de coger algo de comida.
Los
rayos de sol daban directamente al rostro de este
heroe.
De
repente el sol se apago, y un centenar de sombras
rodearon al caido cuerpo. Lo levitaron y lo envolvieron
como dentro de un rico sarcofago. Cuando el cuerpo
ya estaba listo, de entre las sombras surgio una pequeña
figura. Pronuncio unas antiquisimas palabras magicas,
desapareciendo sin dejar rastro.
Ahora
el tierno conejo ya podia acercarse sin temor. Ya
no habia ni cadaver ni sombras, solo el recuerdo de
un valiente amigo y compañero...
Leda:
En
mi regreso hacia las torres de los Herederos, bajo
la compañía de Angus, tuve el gusto
de conocer a una gran persona.
A
medida que pasaban los días nos confiábamos
nuestros secretos, y fue así cuando me contó
sobre su sueño.
Angus:
-La cosa fue así Leda, me encontraba saliendo
de mi torre junto a un mago que me pareció
ser Mortar, luego cruzando unas tierras plagadas de
enemigos. Con Mortar peleábamos como si fuera
el fin del mundo, pero de repente una mano esquelética
había sujetado mis piernas y no podía
moverme. Podía ver la desesperación
en el rostro de mi amigo, pero por algún motivo
intentaba ahuyentarlo, y luego pude ver como este
se iba y alzaba la mano al cielo, intentando alcanzar
algo que no llegaba a divisar.
Luego
desapareció, y la garra me arrastraba hacia
abajo, cada vez más, hacia lo profundo de las
sombras.
De
pronto me encontré rodeado de sombras, la oscuridad
comenzaba a asfixiarme, hasta que de pronto vi un
rostro en un pequeño claro de luz.
Luego,
me desperté bruscamente y agitado.
Este
sueño se repitió varias veces y aún
no lo logro compreender, tienes idea de su significado?
Los
ojos de Leda habían adquirido un tono triste
que era acentuado por su silencio.
Después
de una pausa dijo:
Leda:
-Lo siento Angus, no puedo revelarte los aconticimientos
venideros tras ese sueño.
Sólo
quiero decirte que eres un gran elfo que da todo por
sus amigos.
Después
seguimos el viaje y llegamos a la torre de los Herederos
y fue recibida por sus miembros, pero nunca me atreví
a decirle la verdad del sueño de Angus. Su
muerte estaba anunciada, pero había algo más
en el sueño que no podía entender bien,
y era la imagen que se le presentaba al final.
Leda:
Los
días transcurrían y me encontraba descansando
con todas las atenciones posibles.
Con
el tiempo fui conociendo uno a uno a estos honrosos
magos, en especial a Neikos, en quién ponía
toda mi confianza.
En
los días del solsticio, me acerqué entonces
a su morada y le tuve que confiar el secreto que había
guardado con la muerte de Angus.
Leda:
-Neikos, tengo que decirte algo que creo es de importancia.
Neikos:
-Qué es lo que te preocupa bella dama?
Leda:
-Cuando viajaba con Angus, me comentó un sueño
que lo atormentaba. El sueño era así...
La
elfa oscura explica con detalles a Neikos sobre los
hechos acontecidos en el sueño y luego prosigue...
Leda:
-...Su sueño anunciaba su muerte, pero nunca
quise mencionárselo.
Pero
además de eso mencionó algo de una extraña
figura que surgía de la oscuridad. Al intentar
leer su mente pude sentir que se trataba de alguien
conocido, pero la imagen se difuminó en seguida.
Neikos:
-Mmm... Ya Hamar nos reveló con sus sueños
la llegada del Elegido, tendrá esto que ver
con lo mismo.
Maldición!
Si tan sólo estuvieras aquí amigo Angus.
Lamento profundamente tu muerte.
Al
notar la tristeza de Neikos, Leda se acerca al mago
abrazándolo.
Leda:
-Yo también lamento su muerte Neikos. Pero
debemos seguir nuestro camino. Fhendras nos espera
en las montañas heladas de Lorel, y se acerca
el día de emprender el viaje.
Tienes
a tus Hermanos cerca, y también a Mi...
Los
ojos de ambos se cruzaron y congelaron el tiempo.
En sus almas podían sentir el calor de la presencia
del otro y por un momento el silencio se hizo protagonista.
La
tristeza de Neikos se había desvanecido y un
calor nunca antes sentido invadía ahora su
alma.
Neikos:
-Lo sé Leda...
Y
ambos pasaron esa noche juntos albergados por el calor
de sus corazones.
Desde
ese día un intenso sentimiento afloró
en ellos para extenderse en el futuro.
Neikos:
No
debemos entristecernos por tan notoria perdida: La
Muerte de Angus. Es ahora cuando tras duras batallas
ha conseguido llegar junto a sus Dioses. No olvidaremos
tu nombre Angus!!!. Te aseguro que vengaremos tu perdida...
Ahora
mas que nunca...
Sangre
para el Dios de la Sangre, Craneos para el Trono de
Khorne!!!
Que
la Maldicion del Cuervo caiga sobre los corazones
de nuestros enemigos!!!
Las
sombras daban brincos y palmas en señal de
gloria. Su inusual actividad saco a su Maestro de
la concentracion en sus libros de hechizos.
"Hmmm,
ya debe haber acabado el torneo, quien sera el ganador?"
Invocando
un antiguo conjuro de adivinacion, Azarel, consigio
que sus sombras simularan un charco reflejando lo
ocurrido hace pocos minutos en el Valle de Aldur o
en el Bosque del Terror.
La
alegria incontrolable de diversos magos en los bosques
era notoria. Fuegos artificiales, musica y baile reinaban
en estos momentos.
Las
felicitacion apuntaban a un solo mago, un Hermano
Heredero del Cuervo Maldito, el ganador habia sido
Mortar de Fallen Knight.
"Bien
por el, bien por los Herederos. Ya se merecian la
gloria de llevarse a casa la ultima pluma" Pensaba
asi el pequeño mago.
Una
sonrisa se dibujo en su rostro con premura.
"Jejeje,
no gano ninguno de Aldur, no gano Garion".
Terminando
el conjuro regreso a sus libros con mas animo que
antes. Sabia que sus horas de estudio y entrenamiento
serian largas, muy largas. Sus deseos por volver a
los torneos de magos eran grandes, pero necesitaba
mejorar.
El
Último Hechizo. La Guild Oculta: (no se si
será importante o no)
Los
magos de la Venerable orden de la Guild Oculta del
Cuervo se reunieron en su recinto mágico. Conforme
iban llegando cada uno de ellos hacía la secreta
señal reverencial que hacia que algo que colgaba
en sus cuellos se iluminara llenando la habitación
con destellos capaces de cegar a cualquier individuo...
pero no a estos cuervos en particular.
No
dijeron nada, sus miradas se cruzaron... sus ojos
se tornaron fatuos, y supieron que era el momento.
Bajaron unas oscuras escaleras iluminadas solo por
el poder que emitian los magos al pasar y llegaron
finalmente (y tras un largo recorrido que solo ellos
conocen) al Salón Mágico Oculto, donde
no había sino un enorme tapete rojo, libros,
pociones y muchos objetos mágicos. Todos sabían
lo que debía hacerse.
Se
reunieron en un círculo mágico, prepararon
el recinto con polvos verdeoscuros, El Cinturón
perdido de Turalyon fue sacado por éste, un
Baston antiquísimo posesión de Merlin
se paro solo enmedio de los magos, Paranahue bailaba
con el alma fuera y los ojos en blanco mientras que
Ghrendhel con solo pensarlo encendía el fuego
alrededor de ellos y adentro del círculo, donde
debía arder el bastón de Merlin, pero
no lo hizo... simplemente flotó en el aire.
Sería
Fabber quien rompería el silencio. "Todos
sabemos qué nos reune aquí y qué
hemos de hacer, venerables hermanos. La situación
ha cambiado. El Gran Dragón Sin Nombre ruge
desde su sueño por los acontecimientos que
se han dado lugar en Mul-Sabbut. Escupe fuego y ha
hecho un llamado que solo nosotros pudimos escuchar"...
Fabber
es interrumpido por Turalyon que dice: - Nunca volverá
a ser lo mismo...
Para eso hemos venido venerable hermano - responde
Ghrendhel -, todos hemos escuchado un llamado que
jamás se volverá a manifestar.
- Las sombras han de cernirse sobre Mul Sabbut cual
antaño - pronuncia Merlín con un tono
mas profético que el mismo oráculo -.
Algún día tenía que suceder y
ya el cielo comienza a mostrarse acorde.
Los magos voltearon a ver el cielo con sus ojos mágicos
y fue Paranahue quien recitará "El momento
ha llegado". En este momento todos se tomaron
de las manos y lo que ahí se vio no podrá
ser descrito con palabras jamás, las llamas
que brotaron con un color y formas místicas,
en el recinto sagrado que los agrupaba. Nadie supo
qué entidad se manifestó ahí
esa sombría noche en que el cielo se abrió
y una tormenta comenzaba a cernirse sobre todos los
habitantes de tan lejanas tierras.
Los
magos cerraron los ojos, recitaban a la par con sus
distintas voces:
"En
nombre de la Oscuridad madre. Al tiempo hacemos un
llamado según lo dispuesto por Treschtar Señor
de Todo lo Opuesto. Te ordenamos ¡oh! sombra
de sombras, Maldad de las eras, Intuición de
la muerte. ¡Maldita respuesta de sueños
sin suerte!, ¡Renuencia altiva de gloria sin
fuerte! ¡HÁGASE SOMBRA DONDE HAY LUZ!,
¡Y OSCURIDAD DONDE EXISTE LA MUERTE!".
Los
magos de la Guild sintieron un escalofrío recorrerles
la espalda al sentirse observados por alguien o algo
que respondía con una voz que no se parecía
a algún sonido pronunciado en este mundo que
resonaba un : "Así sea. Esclavos de las
sombras, se tornaran en amos de su voluntad regente.
Ustedes saben las consecuencias".
Un
golpe sucumbió en el alma de cada mago, además
de los gritos que los miembros de la Guild Oculta
clamaban a lo desconocido, solo se escuchó
la voz del señor de los fuegos fatuos que gemía
mientras se llenaba de oscuridad "¡LAS
ESTRELLAS SE HAN ALINEADO!". Ese día los
habitantes de Mul-Sabbut sintieron un terrible terremoto
seguido de la oscuridad absoluta. No existió
antorcha que no se apagara esa noche. Los mismos Jerarcas
supieron que algo andaba mal, cuando se desató
la tormenta más grande jamás vista en
Mul-Sabbut desde tiempos ya no recordados.
La
Torre Oculta estaba envuelta en sombras, el recinto
sagrado estaba cegado permanentemente. Cuentan los
que saben, que sólo se observó como
las escaleras de tan mágico lugar se encendían.
La
Oscuridad había llegado a Mul-Sabbut. Y para
ningún cuervo pasaría desapercibido
el fugaz miedo que sintieron... Pero ninguno supo
por qué.
-Tomado
de las Crónicas Ocultas de la Guild.
Nadie
tenía una vaga idea de lo que tendría
que acontecer en el siguiente torneo del cuervo. El
Gran Dragón Sin Nombre yacía en su eterno
sueño molesto por lo acontecido en Mul-Sabbut
a últimas fechas... Nada de eso no podría
volver a repetirse.
Una
sombra acechaba desde cierto rincón y los magos
de la venerable orden de la Guild Oculta sabían
de su existencia. Sin embargo, nadie supo donde estaban
ni donde quedarían. Las temibles fuerzas de
la oscuridad habían sido liberadas, pero solo
aquellos que estaban en el lado oscuro de la realidad
pudieron saberlo.
Se
escuchó un grito: ¡Ahzhumat silhuatu!,
era la voz del señor de los fuegos fatuos,
y en la Torre de la Muerte Thanatos perdió
la vista momentáneamente y sintió una
presencia maldita observándolo. Ghrendhel sonreía
en la Torre Oculta de la Guild, mientras bebía
el
líquido brillante que le antecedía.