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El
Segundo Torneo La Guerra de los 7 clanes
Todo parecía que el siguiente torneo sería
otra lucha polarizada entre los Jinetes y la Guild,
con un tercer factor como el clan de Aldur. Pero las
cosas se complicaron mucho más, la aparición
de muchos factores convirtieron la siguiente competencia
en una lucha terrible y épica, donde la intriga,
el espionaje, las alianzas, las traiciones, y cuidadosas
estrategias de muchos clanes, convirtieron al segundo
torneo en un oscuro e inesperado drama.
El
inicio del torneo fue testigo de una victoria parcial
de los Jinetes sobre la Guild. Fabber fue aparentemente
destruído por Krauss y Skrymer en una feroz batalla,
mientras Macro y Lagart0 y Ghrendhel asumían
identidades diferentes (Turalyon, Merlin e Hilvanacus)
mientras que tras la muerte de Barbapapa un nuevo miembro
se incorporó: Dentarg. Pero esta vez los Jinetes
no llegaron al top, sino magos como Goliath, Maelus
(el enviado de Azarel), y Jinsen, quienes junto con
Ulaju, Itan y Lascar anunciaron la llegada de un cuarto
clan al Cuervo: el Cónclave de Istandir.
Istandir
pronto adquirió seguridad en los altos círculos,
junto con Cyrus the Virus, quien tras salir de los Jinetes
del Apocalipsis, realizó con Richelieu el Cardenal
Loco un reclutamiento masivo entre los magos del Cuervo
para formar un escuadrón de adoradores del mal
conocido como El Pentagrama. Pronto el Pentagrama empezó
a rivalizar en poder con los de Istandir, y muy pronto
empezó a superarlos en número lentamente.
Con su estrella de cinco puntas y su culto al Padre,
el Pentagrama se constituyó en el quinto clan
del torneo.
Mientras
esto pasaba, Grag, que también había salido
de las filas de los Jinetes, se unió a la misteriosa
bruja adolescente, Sabrina, para fundar la Brigada por
la Paz del Cuervo, más conocida como la BPC.
La alucinante Brigada pronto reclutó a miembros
como Goldark, Rulpeltinskien y Nelcro, y así
fue como juntos llegaron a ser la sexta fuerza del Cuervo.
Y
en un oscuro y desconocido paraje del Portal, hacían
su aparición Saruman y Turin, quienes proclamaron
la llegada de los Herederos del Cuervo Maldito, clan
al que se sumarían más tarde Neikos, Karakael
y muchos otros. Eran el séptimo clan.
Entre
las fuerzas constituídas se formó una
intrincada red de alianzas y enemistades. Y a la vez
una red de espías. Esta vez no sólo la
Guild era la que tenía el privilegio de la información
de otros clanes, sino muchos más. El más
destacado de todos, sin duda, fue el maligno Thanatos,
el villano con lengua de serpiente enviado por la mismísima
Señora Muerte. Thanatos, inicialmente un nuevo
miembro de Istandir, abandonó el clan no sin
antes sembrarlo de dos espías, quienes incluso
se espiaban mutuamente en caso de traición. Luego
hizo intentos de formar parte de los Herederos, de los
Jinetes y de la Guild Oculta, logrando que los tres
clanes al considerar su interés por ser miembro,
no lo atacaran. Finalmente entró en tratos con
Cyrus, y finalmente se incorporó al Pentagrama
como brazo derecho y poder oscuro tras el trono, ampliando
aún más la cantidad de miembros del clan,
y haciéndolo aún más poderoso que
antes.
La
relación entre los clanes se hizo cada vez más
espinosa, sobre todo entre Istandir y el Pentagrama.
Ambos, Maelus y Cyrus, tuvieron noticias de que cada
uno planeaba un complot para asesinar al otro. Los Herederos
se habían negado a aliarse con Cyrus, la BPC
seguía enfrascada en un ligero conflicto con
Aldur, la Guild Oculta obtenía éxitos
graduales en su lucha contra sus archienemigos, los
Jinetes (esta vez todos estuvieron ocultos, con el retorno
de Fabber bajo la identidad de Nexa el Axen, y el camuflaje
de los demás miembros, incluídos Dentarg
y el nuevo hermano, Rasdik la Plaga). Finalmente las
relaciones tirantes estallaron en un conflicto multi-clanes.
Maelus concertó una alianza secreta entre los
poderes de Istandir, la BPC y los Herederos, para enfrentarse
al poderoso Pentagrama que ya tenía 20 miembros
en sus filas. Aldur mantuvo su tendencia neutral ante
las propuestas de ambos clanes, y la Guild y los Jinetes
no podían embarcarse en otra guerra, ya que la
que estaban librando era suficiente hemorragia para
ambos clanes.
La
guerra estalló antes de tiempo. El terrible Grag
atacó con toda su furia al mismísmo sacerdote
del Pentagrama, Richelieu y las hostilidades comenzaron.
En la sangría de la batalla, Thanatos, aprovechando
sus buenas relaciones incluso con los magos de la alianza
enemiga, ascendió poco a poco a los primeros
lugares. Los magos del Pentagrama duplicaron su número
en un reclutamiento masivo de las fuerzas independientes,
convirtiéndolas en sirvientes de los poderes
infernales. Así lograron parar la inicialmente
exitosa ofensiva de la alianza Istandir-BPC-Herederos.
Itan fue destruído, Turin y Saruman luchaban
con lo que tenían pero se hallaban en graves
problemas y Maelus era acechado por numerosas sombras
que no eran de él mismo. Cada emboscada que planeaba
la alianza era una derrota. Shadow, Necros, Monkey y
los demás integrantes que clamaban muerte
en su nombre por el nuevo orden atacaban exactamente
a quien debían atacar, en el momento y lugar
preciso ... y la información de la alianza entera
fluía diariamente a los oídos de Cyrus
a través de la maquiavélica red de espías
de Thanatos.
En
el momento en que Maelus y Jinsen habían guardado
suficiente energía para lanzar un contraataque,
el Jerarca Sergio los esfumó del mapa por utilizar
un hechizo prohibido que pronto se haría conocido.
Cuando Azarel mismo volvió para ocupar el lugar
de Maelus, una horda del Pentagrama se lanzó
contra él, aniquilando hasta su sombra, y desapareciéndolo
de la faz de Mul-Sabbut. Cada vez que Azarel volvía
bajo una identidad falsa, los espías de Thanatos
se enteraban y se coordinaba su destrucción varias
veces consecutivas. Cyrus también sufrió
la arremetida de sus enemigos, y finalmente la BPC entera
se lanzó en busca de su muerte, dejándolo
gravemente herido. A pesar de eso, una sonrisa llenaba
aún la mirada de Cyrus, el Pentagrama estaba
destrozando poco a poco, todas y cada una de las fuerzas
de la Alianza.
Entre
tanto la guerra Guild-Jinetes había dado un vuelco
radical. La Guild Oculta lanzó una ofensiva a
escala mayor contra todos y cada uno de los integrantes
de los Jinetes, dejándolos varios círculos
abajo y deshaciendose de su acecho pejudicial. Los demás
clanes aún veían la guerra de la Guild
como algo eterno, y así, sin enemigos, Turalyon,
Hilvanacus, Nexa, Rasdik, y los demás pudieron
por primera vez tomar un respiro y fortalecerse. Pero
incluso ellos estaban bajo ciertas influencias de Thanatos.
Bajo sus consejos, Nexa lanzó a Garion círculo
abajo y Merlín malhirió a Goliath (quien
junto con Maelus en una ocasión había
brindado ayuda la Guild). Pero pronto la verdad se revelaría.
Poco a poco las artimañas de Thanatos y su red
de espías llegaron a oídos de la Guild
Oculta. El clan cambió de objetivo y , para lavar
la afrenta de la manipulación, buscarían
venganza frente al nuevo enemigo.
Mientras
tanto Thanatos se encaramó en el primer lugar
frente a todos, acumuló cantidades exorbitantes
de magia, y pronto sutiría efecto su hechizo
para conjurar a la Última Pluma del Cuervo en
el altar de la Torre de la Señora Muerte. Faltaban
pocos días para concluír el hechizo y
el Pentagrama y la Alianza seguían masacrándose
mutuamente, con la victoria del primero. Istandir se
estaba deshaciendo, los Herederos estaban agotados pero
peleaban fieramente contra un número superior
y la BPC se mantenía con sacrificios en la ofensiva.
Pronto, en las puertas mismas de la Torre de la Señora
Muerte, dos poderosos magos del Pentagrama que la resguardaban
con seguridad cayeron fulminados ante misiles, tentáculos
y latigazos etéreos. Al despejarse el humo de
sus cadáveres, se reconocieron las figuras de
Turalyon, Hilvanacus y Rasdik. Merlín les cubría
las espaldas. Todos levantaron sus cabezas, y vieron
a Nexa quitarse la capucha y anunciando ser Fabber el
Verdeoscuro, y lanzar varios Castigos de Jerarca hacia
la Torre, haciéndolas estallar dentro. Parecía
el fin de Thanatos, pero apenas se le había hecho
daño. El Titán de la Muerte respondió
con una orden, y los magos del Pentagrama arremetieron
contra la Alianza y sus sorpresivos ayudantes con todas
sus fuerzas. Fabber y Turalyon entraron a la Torre de
manera milagrosa, y Merlín cayó en medio
del fuego cruzado. Saruman, Goliath, Turin, Neikos y
Ulaju con la esperanza de la victoria, cubrieron con
sus cuerpos y su magia la entrada de otros magos a la
Torre para darle el alcance al enemigo. Entraron Goldark
y Rulpentinskien con heroicos esfuerzos y sin su ayuda,
los dos magos de la Guild hubieran muerto dentro de
la Torre sin tocar a Thanatos.
Finalmente
Fabber llegó primero frente al trono de Thanatos
mientras Turlayon se encargaba de la guardia que Cyrus
había puesto para custodiar a su miembro más
poderoso. Descargó el resto de la energía
que había acumulado, envolviendo a Thanatos en
ácidas flamas verdeoscuras. Pero las flamas no
fueron suficientes, aunque duraron lo suficiente como
para aproximarlo al primer lugar. Luego siguieron Goldark
y Rulpentinskien, pero ni el poder dorado ni los hechizos
impronunciables lograron hacer caer al Titán,
que ante el agotamiento de sus enemigos se mantenía
duramente en pie. Sorpresivamente entró el demente
danzarín Paranahue, blandiendo dos Chaka-Luangas
y asestando golpes de manera desordenada. Llegó
donde Thanatos clavándole el acero mágico
en su negro corazón, pero en el ataque también
hirió de muerte al infortunado Goldark.
Apenas
cayó Thanatos, se materializó la Última
Pluma en el altar. Fabber y Turalyon, junto con Paranahue
y Rulpentinskien la sostuvieron al unísono. ¡A
la Gloria de la Guild Oculta gritaron el primero
y segundo, Viva yo proclamó el tercero,
por la BPC ¡carajo! gritó el
cuarto. Cada uno obtuvo la autorización del Jerarca
para inscribir sus hechizos en los arcanos grabados
de Mul-Sabbut.
Los
caídos de la batalla se contaban por cientos,
y todos los clanes habían sufrido graves bajas.
La Alianza pagó cara la derrota del Pentagrama,
y este clan no había perdido definitivamente
su poder. Muchos espías fueron descubiertos en
la batalla final y destruídos por sus víctimas.
Los Jinetes se reorganizaban, Thanatos regeneraba sus
heridas, Cyrus y Richelieu planeaban la victoria del
nuevo torneo, la Guild se ocultaba de nuevo en los subterráneos,
la BPC llevaba en hombros a Rulpentinskien a través
de los cuarteles de la Brigada, los Herederos organizaban
y maximizaban poco a poco sus fuerzas, mientras que
Istandir sufría de un destino incierto y el Jerarca
Sergio sonreía maléficamente.
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